miércoles, 17 de noviembre de 2010

Siempre Alertas



Creo que si no es la más, es una de más importantes lecciones que he recibido en mi vida y vino de mi papá.  Él me enseño a fijarme bien antes de sentarme en una silla, a mirar a mi alrededor antes de cerrar la puerta de mi casa al salir o al bajarme del carro al llegar y a siempre cuestionar los motivos de conocidos o de extraños al acercarse demasiado a mí.
 
También me enseñó  a no parquearme en lugares muy solitarios, pero sobre todo a tener bien abiertos los ojos para percibir todo lo que pasa a mi alrededor.  A no ver tan sólo al carro que va adelante, sino al que va adelante del de adelante, a los de los lados, al de atrás y al de atrás del de atrás.  A revisar los retrovisores, mantener arriba la ventana y evitar ir en los carriles de la orilla.  

También me enseñó a no abrirle la puerta a extraños; si decían que venían de una empresa, a comprobarlo y si tenía el menor grado de sospecha, pedirles que regresaran en otro momento luego de verificar. 

Me enseñó a tener siempre mis cosas a la vista, a tener cuidado al sacar dinero de mi billetera, a no ser muy obvia en cuanto a la cantidad o tarjetas que pueda llevar conmigo y si por algún motivo tenía que hacer algún mandado en el que llevara una cantidad significativa de dinero, que fuera directamente a hacer el mandado y regresara, no dando lugar a que alguien se percatara. 

Todas esas lecciones me han servido para, entre todo, no ser víctima de la inseguridad y nunca haber sido objeto de un asalto, pero nadie está exento y sé que podría pasarme en cualquier momento ya que no hay garantías por mucho que tomemos medidas, no obstante, dichas medidas disminuyen la posibilidad de riesgo.

Varios de los miembros de mi familia, amigos y demás conocidos no han tenido la misma suerte con la que he corrido yo; tal vez por descuido o simplemente un mal momento en un mal lugar, devenido de la injusticia, los ha vuelto víctimas de robos y demás. 


Sé que todos quisiéramos no tener que preocuparnos de tantos detalles, pero siendo realistas, parece que en la actualidad no tenemos otra opción.  Hay que tratar de automatizar todas estas medidas para que se vuelvan un modus vivendi; recordando que  nunca está de más cuidarse.  

No se trata de una paranoia en cada acto, sino de simple prevención, reduciendo la posibilidad de pasar un muy mal momento por una muy mala decisión de otra persona; no olvidando nunca la importancia de estar siempre alertas.

Por: Flor de Ciruela

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